El paisajismo de este siglo se vio envuelto por un expansión urbana, es decir, comienza la urbanización de espacios rurales, dando un gran desarrollo a las ciudades, entonces para los paisajistas de sta espoca su principal objetivo era buscar espacios de ocio y donde socializar. algo que marco al paisajismo de esta época fue la implementacion de las flores para la decoración sin la necesidad de fuentes de agua ni estatuas
la pintura de paisaje fue la gran creación artística del siglo XIX, con el resultado de que en el siguiente período la gente era capaz de asumir que la apreciación de la belleza natural y la pintura de paisajes es una parte normal y permanente de nuestra actividad espiritual.
En Alemania, Blechen siguió reflejando el paisaje tradicional por excelencia, el italiano, pero de forma muy distinta a épocas precedentes. Presentó una Italia poco pintoresca, nada idílica. Philipp Otto Runge y Caspar David Friedrich, los dos artistas más destacados de la pintura romántica alemana, sí se dedicaron al paisaje de su país. Animados por un espíritu pietista, pretendían crear cuadros religiosos, pero no mediante la representación de escenas con tal tema, sino reflejando la grandeza de los paisajes de manera que movieran a la piedad.
El paso del «paisaje clásico» al paisaje realista lo da Camille Corot. el impresionismo, dio al paisaje un papel bien diferente al de los románticos. Lo observaron de manera meticulosa y relativa en términos de luz y de color, con el objetivo de crear una representación fiel a la percepción vista que pueda tener un observador.
La Escuela de Barbizon mantiene un estilo realista, pero de entonación ligeramente romántica, que se caracteriza por su especialización casi en exclusiva en el paisaje y su estudio directo del natural.
De enlace entre esta escuela y el impresionismo sirvieron Eugène Boudin y Johan Barthold Jongkind, que trabajaron en el campo, al aire libre, pintando paisajes bañados de luz. Como los pintores de Barbizon, los impresionistas buscaban sus motivos en la naturaleza real que los rodeaba, sin idealizarlas, pero su visión no es la sobria de la escuela realista, sino que glorificaban esa naturaleza intacta y la vida sencilla que reflejaban en sus cuadros.
La pasión del posimpresionista (estilos pictóricos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX posteriores al impresionismo) Vincent van Gogh por la obra de sus predecesores, le llevó a pintar el paisaje provenzal. Su obra, de colores intensos, en los que las figuras se deforman y curvan, alejándose del realismo, es un precedente de las tendencias expresionistas.
En los Estados Unidos, Frederick Edwin Church, gran pintor de panoramas, realiza amplias composiciones que simbolizan la grandeza e inmensidad del continente americano (Las cataratas del Niágara, 1857). la escuela del río Hudson, que destacó en la segunda mitad del siglo XIX
En España, aunque siguió sin cultivarse con particular intensidad este género, sí se aprecia la recepción del paisaje realista a través de la obra del belga Carlos de Haes. Agustín Riancho reflejó los paisajes de la Montaña lo mismo que la Escuela de Olot se dedicó a paisajes de esa zona catalana, siendo su creador Joaquín Vayreda. El impresionismo, como en el resto de Europa, se recibió de manera atenuada, pero puede citarse a Darío de Regoyos como un ejemplo de cultivador de ese estilo de paisaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario