Paisaje



Definimos paisaje como el conjunto de elementos que podemos observar, cualquier área de la superficie terrestre producto de la interacción de los diferentes factores presentes en ella y que tienen un reflejo visual en el espacio


PAISAJISMO

Definimos paisajismo a la actividad destinada a modificar o cambiar las características visibles físicas y anímicas de un espacio, tanto rural como urbano, entre los que podemos incluir los elementos vivos, tales como la fauna y la flora, lo que comúnmente llamamos jardinería, siendo esta el arte de cultivar plantas con el propósito de crear un bello entorno paisajístico; los elementos naturales como las formas del terreno, las elevaciones o los cauces de agua; los elementos humanos, como estructuras, edificios u otros objetos materiales creados por el hombre; los elementos abstractos, como las condiciones climáticas y luminosas; y los elementos culturales.

Tipos de Paisaje


Paisaje Natural


Este tipo de paisaje también es denominada espacio natural o ambiente natural, al que definimos como todo aquella parte del territorio de la tierra que no se encuentra modificado por las acciones del hombre, a pesar de algunos pequeños enclaves. Son las tierras que no pertenecen a la ecúmene, es decir, que no están habitadas; entre estos paisajes encontramos: las regiones polares, la alta montaña, los lagos y alguna selva tropical.                                                                         
El paisaje natural es un espacio recorrido pero no organizado y   
con poblaciones mínimas, son los espacios que generalmente son ocupados por sociedades de recolectores, pastores, cazadores, agricultores, ganaderos y pescadores que tienen un gran  conocimiento especializado del medio.
Dentro del paisaje natural podemos sub-clasificar otros dos tipos de paisajes naturales: El paisaje costero y el paisaje de interior
*Paisaje costero: Como su nombre bien lo indica, es el que está más próximo al mar
*Paisaje de interior: Es el que está más alejado de la costa, es este podemos estudiar las distintas montaña, los valle y las llanura.


Paisaje Marino

Se define como todo paisaje donde se mezcla gran variedad y cantidad de fauna y flora con el agua, ya sea mares, lagos, ríos, quebradas o cascadas que juntos configuran el más bello paisaje que se puede ver pues nos exhiben el recurso mas usado y necesario del mundo, el agua. El paisaje marino se incorpora a través de las diversas tonalidades del agua, de las diferentes formas de las piedras, las superficies de las embarcaciones, la densidad del aire, la fuerza del viento, las aves, los peces, los insistentes insectos, los perros, los pequeños roedores, los múltiples caminos, las nubes, el cielo y el sol.


Paisaje Urbano
En un contexto ambiental esta dotado por infraestructuras que no existen ni en el espacio rural ni el urbano que se refiere a la integración de la ciudad y el campo, es decir la difusión entre lo rural y lo urbano. La apreciación del paisaje urbano desde la exterioridad, nos permite diferenciar las zonificaciones en cómo se organiza el espacio, por ejemplo en barrios, urbanizaciones, edificaciones, las vías de tránsito y toda la malla urbana. Al hacer el estudio del espacio urbano desde su exterior se puede apreciar que los espacios urbanos están rodeados de elementos naturales.      
Este se encuentra definido incluso numéricamente por el número de habitantes que en el se establezca, pues para poder calificar de paisaje urbano una determinada entidad geográfica, es necesaria la presencia de al menos 10.000 habitantes.

Paisaje Fantástico
 Se conoce con este nombre  a todos los paisajes que surgen de la imaginación y los sueños de un artista; los cuales se basan en ideas fantásticas difícilmente encontradas en la realidad. En él priman los colores fuertes y combinaciones abstractas, ya que estos reflejan con mayor claridad la espontaneidad y diseño alternativo que nos presenta este tipo de paisajes; Aunque es necesario resaltar que no siempre son la base de todos los dibujos, pues los sueños y la imaginación son elementos variables que en cada obra se plasman de diferente forma y expresan situaciones distintas dependiendo del contexto o significado que se les de. 

Antigüedad


Del paisaje en la Antigüedad no se conocen muchos datos, aunque  en estos tiempos las pinturas chinas eran a tinta y se establecieron como la tradición de los paisajes puros, en los que la diminuta figura humana simplemente invita al observador a participar en la experiencia. 
Del Antiguo Egipto se conservan algunas representaciones paisajísticas esquemáticas en las tumbas de los nobles se encuentran grabadas en relieve durante el Imperio Antiguo y pintadas al fresco en el Imperio Nuevo; estas representaciones suelen enmarcar escenas de caza o ceremonias rituales que alababan a una divinidad en especial.                                                       
En Pompeya y Herculano se han preservado frescos romanos de cuartos decorados con paisajes del siglo I A. C. En la antigüedad Greco-Romana, el paisaje se pinta como fondo o entorno para contextualizar una escena principal, pero aun no se tenia definido una estructura acerca de esta.
File:Frans Koppelaar - Landscape near Bologna.jpg

Edad Media



Durante toda la Edad Media cristiana y el Renacimiento, el paisaje se concibe como una obra divina y su representación hace referencia a su Creador. En la pintura occidental, la representación realista del paisaje comienzo dentro de las obras religiosas del siglo XIII. Hasta entonces, las representaciones de la naturaleza en el arte pictórico había sido arquetípica: líneas onduladas para el agua o festones para las nubes. Fue Giotto el primero que, abaldonando los precedentes modelos bizantinos, sustituyo el fondo dorado de las imágenes sagradas por escenarios de la realidad. Aunque autores como Boccaccio alabaron al realismo de Giotto, lo cierto es que no dejaban de ser muchas veces representaciones simples: un árbol representaba un bosque, una roca una montaña. Poco a poco, a lo largo de la baja Edad Media, la atención a esos retazos de naturaleza que aparecían en las escenas sagradas o míticas fue ampliándose, pero su carácter secundario lo revela el hecho de que muchas veces se dejaba a ayudantes, como ocurre en la Asunción florentina de Fra. Angélico.  Dentro del estilo ítalo-gótico, Ambrogio Lorenzetti supero la representación tipográfica para crear auténticos paisajes dentro de sus alegorías del Buen  y del Mal Gobierno en el Palacio Comunal de Siena, al estudiar las horas del día y las estaciones. La pintura gótico-flamenca se caracteriza por su "realismo en los detalles", conseguido en gran medida gracias a la nueva técnica de la pintura al oleo; entre los aspectos a los que se prestó mas a atención y realismo estuvo el paisaje, tanto natural como urbano. Cabe citar, a este respecto, el plano del fondo de la Virgen del Canciller Rolin, autentico paisaje en el que se detalla un jardín, más  allá de él un rió y a los lados una ciudad contemporánea.   

Alta Edad Media
Prerrománico
La pintura prerrománica (desde el año 500 hasta el año mil) es la correspondiente al arte prerrománico, concepto propio de la Europa Occidental sujeta a las invasiones bárbaras y el establecimiento de los reinos germánicos y el Imperio carolingio. Los escasísimos restos se limitan casi exclusivamente a las miniaturas con que se ilustraban los manuscritos en los scriptorium de los monasterios(Evangelario de Kells en el arte anglo-celta o hiberno-sajónBeatos en la pintura mozárabe -arte mozárabe-).

Bizantino

La pintura bizantina se desarrolló a través de dos vehículos principales: los mosaicos (en paredes y cúpulas) y los iconos (en tablas, cuyo lugar en las iglesias era el iconostasio que separa a los fieles del altar). La mayor parte de la producción de su primera época ha desaparecido como consecuencia de varias oleadas de destrucciones, con motivo de la querella iconoclasta (un enfrentamiento interno), las sucesivas invasiones islámicas (árabes en Siria, Palestina y Egipto; turcos en Anatolia y los Balcanes), y las cruzadas (en que el saqueo fue a manos de los cristianos latinos). Testimonios excepcionales son los mosaicos bizantinos de primera época localizados en Rávena (San Vital de RávenaSan Apolinar de Rávena) y los de San Marcos de Venecia. En Oriente se han conservado algunos de época posterior (Mistra, Hosios Loukas). El Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí, respetado a pesar de los siglos de dominio musulmán, conserva una extraordinaria colección de iconos. La tradición de pintura de iconos, que se conservó con rígidos convencionalismos, se continuó en los países eslavos (pintura rusa) con una evolución en sutiles variaciones.

Baja Edad Media
Aunque la ilustración de manuscritos se siguió realizando durante todo el periodo (Las muy ricas horas del Duque de BerryLibro de horas de Isabel la Católica), la pintura se desarrolló como forma de cubrir grandes superficies arquitectónicas o en soportes exentos, tanto fijos como muebles. Un arte pictórico muy particular fue la confección de vidrieras, en las que el artista trabaja directamente con la luz y sus efectos en el espacio arquitectónico. Los tapices fueron objeto en la época de un aprecio superior al que se tributaba a lo que hoy consideramos pintura (Tapiz de Bayeux, colección del Museo Cluny). En los últimos siglos medievales, la invención del grabado produjo una revolución en el campo del dibujo y las artes gráficas, con decisivas consecuencias, sobre todo a partir de la invención de la imprenta.

Románico
Pintura románica (siglo XI y siglo XII). Se caracteriza por frescos de vivos colores y líneas marcadas, con gran expresividad y esquematismo, que cubren las paredes del interior de las iglesias, sobre todo en los ábsides. Los temas más repetidos son de tradición bizantina, representados con gran hieratismo (pantocrátor, tetramorfos,theotokos), así como las representaciones narrativas de escenas evangélicas o vidas de santos.

Gótico
Pintura gótica (siglo XIII y siglo XIV). Sin dejar de utilizar el fresco, es más abundante el uso del soporte tabla, aislada o en retablos, al temple. Las figuras se dulcifican o buscan una mayor expresividad. Se representan escenas de la vida de Cristo, muy humanizadas (natividadcrucifixión). La técnica se hace más compleja, buscando la representación de la tercera dimensión del volumen (sombreado, colores menos planos)
La Pintura del Duecento italiano (Duecento: años 1200s ó siglo XIII) tiene características peculiares, que en perspectiva histórica se consideran un precedente del Renacimiento.
La Pintura del Trecento italiano (Trecento: años 1300s ó siglo XIV) se afirma en la misma evolución.

Siglo XV
Pintura del siglo XV*Pintura del Quattrocento en Italia (Quattrocento: años 1400s ó siglo XV, el inicio del Renacimiento italiano)
Primitivos flamencos (Flandes). Se produce la invención de la técnica del óleo, que permite un extraordinario detallismo y precisión en la pincelada.

Renacimiento




A través del tiempo hemos visto que el paisaje no ha tenido la autonomía iconográfica que merecía, esto lo logró en el siglo XVI. Su forma realista es sobre todo gracias al arte tanto  flamenco como; por ejemplo, Alberto Durero de quien tenemos numerosas acuarelas de paisajes. Su forma idealizada de inspiración clásica debe atribuirse a Italia donde El Perugino, maestro de Rafael, uno de los más destacados elaboradores de extensos espacios en los que se sitúan los personajes donde se observa  una fuerte acentuación del paisaje. En Venecia el paisaje no tomó autonomía, pues siguió siendo fondo de obras y no su motivo principal, en ellas se esmeraron por lograr realismo reflejando vistas de la laguna, sus calles y monumentos, así como los espacios de ‘tierra firme’, y los fenómenos atmosféricos, tal como ocurre desde el siglo XVI con “la tempestad”, siendo el cuadro más conocido de Giorgione.
En el Renacimiento el paisaje sirvió para expresar las utopías urbanas y políticas emergentes.  Las cuales son a menudo percibidas a través de la representación de las escenas interiores dentro del marco de las ventanas, las cuales fueron consiguiendo un papel cada vez más importante, hasta el punto de ocupar toda la superficie de la tela. Paralelamente, los personajes de las escenas religiosas, dentro de la representación en exterior fueron ‘encogiéndose’ llegando a ser simbolizados por los elementos del paisaje, por ejemplo Jesús de Nazaret por una montaña; sin embargo, el paisaje seguía siendo sólo parte de un cuadro de historia o de un retrato.

La primera representación del paisaje independiente en Flandes fue la de Joachim Patinir, cuyas composiciones religiosas o mitológicas están completamente dominadas por la representación realista de la naturaleza, por lo que se considera que la escena es un simple pretexto para simbolizar un ‘paisaje panorámico’ o ‘geográfico’. En la generación siguiente  obras del género de Pieter Brueghel “el Viejo”, la figura humana es prácticamente insignificante, convirtiéndose el paisaje en lo más importante, igualmente panorámico y desde un punto de vista alto, como es el caso de “El invierno” del ciclo de estaciones del año. Debemos mencionar también la Escuela del Danubio o “danubiana” donde autores como Albrecht Altdorfer o Lucas Cranach “el Joven” sigue con el tipo de ‘paisaje panorámico’, con amplias extensiones de terreno percibidas a vista de pájaro.

En la pintura española no es tan común el paisaje, pues se limita a representaciones de tipo topográfico o botánico; cabe mencionar un paisaje ‘puro’ que atrajo grandemente la atención, siglos después, tanto de surrealistas como de expresionistas este fue la “Vista de Toledo”, pintada por  “El Greco” al final de su vida: “los monumentos representados en el aparecen con cierto detalle, pero rodeados por un campo resuelto a través de manchas de color verde, lo mismo que el cielo son manchas de azul y todo ello bañado por una luz                   tormentosa”.



Barroco


En la época del tenebrismo, el paisaje aún era poco cultivado, tanto así que solamente el alemán Adam Elsheimer resalta las historias  generalmente sagradas, como verdaderos paisajes, en los cuales realiza maravillosos estudios sobre los efectos atmosféricos, así como la luz o los estudios del amanecer y anochecer.
Entre la pintura paisajista europea más importante podemos encontrar al flamenco Rubens, quién pintó al final de su vida algunos cuadros representativos de esta.



En la época del Barroco se estableció la pintura de paisajes definitivamente como un auténtico género en Europa;  fenómeno propio del norte de Europa, atribuido, principalmente, a la reforma protestante y el desarrollo del capitalismo en los Países Bajos. Hasta entonces la nobleza y el clero eran los principales clientes de los pintores, pero con el tiempo perdieron relevancia al ser sustituidos por la burguesía comerciante, cuyas preferencias no estaban guiadas por las complejas pinturas con temas de la Antigüedad clásica, la mitología o la Historia Sagrada, como tampoco hacia las complejas alegorías por el contrario preferían temas mucho más sencillos y cotidianos alcanzando así independencia géneros hasta entonces secundarios como el bodegón, el paisaje o la escena de género. Fue tal la especialización que los pintores se dedicaban a un tipo de paisaje específico, dando como resultado pintores dedicados a los ‘países bajos’, es decir, los terrenos que quedaban bajo el nivel del mar, con sus canales, pólder (terreno pantanoso) y molinos de viento; en este tipo destacaron Van Goyen, Jacob Ruysdael y Meindert Hobbema, además de Hendrick Avercamp quién se especializó en estampas invernales, con estanques helados y patinadores.
Otros artistas se especializaron en pintar animales, por ejemplo, Paulus Potter quién solía pintar vacas dentro de las llanuras y los pastos holandeses; también hubo quien se especializó en marinas, diferenciándose entre quienes retrataban los barcos en las tranquilas aguas de los puertos, como por ejemplo Jan van de Cappelle, Willem van de Velde y “el Joven”, y los que preferían el mar agitado por los vientos y las olas. Hubo quien cultivó el paisaje urbano, por ejemplo las perspectivas de las ciudades holandesas, con sus casas de ladrillos y las agujas de las iglesias en el horizonte, como por ejemplo Gerrit Adriaenszoon Berckheyde o Carel Fabritius. Aunque Vermeer se dedicó sobre todo a la escena de género, pintó el paisaje urbano más conocido de la época, “Vista de Delft”, la cual fue considerada por Marcel Proust como “el cuadro más bello del mundo” e inmortalizó esta 
pintura en su obra literaria “En busca del tiempo perdido”.
Finalmente, podemos encontrar un sub-género exclusivamente holandés como el cuadro de arquitectura que representaba el interior de las iglesias; en esta última línea destacaron Saenredam y De Witte. Los pintores holandeses, en ocasiones, combinaban los diversos temas artísticos, por ejemplo Fabritius quien realizó una vista de Delft, en la cual había un tenderete de vendedor de instrumentos musicales en primer plano y la combinación del paisaje urbano con el bodegón.
Mientras que en el Norte de Europa se realizaban todo tipo de paisajes puros, en el sur se seguía presentando una anécdota religiosa, mítica o histórica como excusa para pintar paisajes, conocido con el nombre de paisaje “clásico”, “clasicista” o “heroico”, de carácter idílico o placentero, el cual no se correspondía con ninguno en concreto que existiera en realidad, por el contrario construidos a partir de diversos elementos, como árboles, ruinas, arquitecturas y montañas. El título del cuadro y los pequeños personajes perdidos en la naturaleza dan la clave de la historia representada en lo que aparentemente  parece sólo un paisaje; este tipo de paisaje fue creado por el clasicismo romano-boloñés, exactamente por Annibale Carracci, uno de sus pintores más destacados, el cual en su  “Huida a Egipto”, donde el paisaje tiene más importancia que los personajes sagrados.
Esta línea artística la siguieron dos grandes paisajistas franceses, formados en Italia, ellos son Nicolás Poussin y Claudio Lorena. Lorena es considerado como un paisajista moderno debido a que observó atentamente la naturaleza e hizo estudios al aire libre sobre la luz a las diferentes horas del día, las sombras sobre los edificios y los reflejos en el agua. Tuvo enorme influencia en la pintura romántica e incluso en el impresionismo. Sin embargo, aunque realizó algunos paisajes puros, la inmensa mayoría de su obra sigue teniendo como tema una historia religiosa o mitológica y para ello incluye figuras humanas, en algunos casos realizadas por otros pintores.